sábado, 11 de junio de 2011

Tanes

Recuerdo su olor, sus sonidos, el orballu que me cubría al caminar por sus calles humedecidas, recuerdo la libertad, a mi padre haciendo la siesta en el banco de madera que había en el portal de casa, mi tía Gloria haciendo mi pan, a Manolin refunfuñando, a mi hermana haciéndose mayor, yo corriendo con mi escopeta de perdigones, cientos de recuerdos que alberga cada rincón de este maravilloso pueblo, mi primer amor, mi primer beso, mi primer cigarro, mis abuelos, burritos, cerditos, gallinas, mis vacas a las que torturaba hablándoles de todos mis despertares mientras las llevaba al prado; muchos recuerdos para un pueblo tan pequeño, que me hace suspirar a cada paso de mi vida cuando pienso en el, cuando recuerdo a mi padre, cuando necesito recordar de donde provengo y a donde voy, son mis raíces, es mi camino, es el pueblo que forjó mi carácter, del que aprendí, mucho amor que recibí de el y de sus maravillosos habitantes, muchas heridas en mi cuerpo que me recuerdan lo duro que es el camino a la pubertad, muchas moras devoradas, muchas avellanas, cerezas......Nalón como te añoro, tus truchas, las que robé de esas aguas cristalinas antes de que un pantano devorara tu suprema belleza, esos baños tiritando bajo la atenta mirada del peñón en el pozo de la olla.
Sangre, sudor y lágrimas; la sangre de mis heridas mientras intentaba trepar por tus robles, el sudor del trabajo de cortar leña y otros trabajos variados, y lágrimas siempre de despedidas....al final mi padre volvió a ti para quedarse contigo, para descansar a tu abrigo, y yo ya nunca jamás podré olvidarte, Tanes, Asturies Patria querida.